viernes, 7 de noviembre de 2008

P A L O M A . D E . H E L S I N K I


Por miedo de que ardiese una paloma
que eclipsaba al sol con sus plumas
volando hacia las llamas
que apagaba el crepúsculo,
ya no pude escribir aquel poema
que temblando empecé
por miedo de que ardiese una paloma.
.
.
Ángel Crespo,
poeta y culipardo.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

d e t r á s * d e * l a * n i e b l a

.


Vosotros me decís que soy un hombre,

y miro a mi alrededor,
y no veo nada, sólo niebla.
Para convencerme, una vez más,
me habéis zarandeado y habéis gritado mi nombre.
Ayer por la tarde sentí un olor intenso
y me dijisteis que siguiera caminando.
Era agrio y pesado… ¿azufre?
La lumbre del que está a mi vera me templa,
me da calor y me abruma.
"no veo nada " -repito-. "Sólo niebla”.
Admito que este paso ligero endulza el ánimo.
Pero no son pocas las veces que,
habiéndolo olvidado, hay algo en el camino
que evoca una voz casi imposible;
una súplica brutal que se confunde con el viento,
la presencia ineludible de su esencia.

"Yo no soy un hombre. No puedo serlo
si todavía lo oigo y lo ignoro y lo dejo."
Deben ser miserables, los que gritan:
enfermos, vagabundos, desviados, suicidas...

Mientras, me concentro en el paso
firme y constante. Oíd ahora vosotros:
pie izquierdo, pie derecho...
Fijaos en el ritmo perfecto de mi cuerpo.
"Quizá sí sea un hombre".

Muy pronto podremos ver qué se esconde
un poco más allá, detrás de la niebla.


jueves, 19 de junio de 2008

F U R T I V O S

.





- Muy pronto no tendremos por qué escondernos, cariño.
- Sí, pero esos chicos que se acercan de vez en cuando...
- No pienses en eso ahora. ¿Queda un poco de pan?
- Se terminó esta mañana.
- Saldré a buscar algo de comer.
- Pero...
- Mira, ¿te has fijado en esa trampilla que parece escondida debajo de la tierra?
- Sí, debió de ser una antigua despensa. Está vacía.
-¿Estás segura?
-Sí.


jueves, 5 de junio de 2008

E N E R G Í A

.






Tanta energía, tanta que hasta algunos humanos se convirtieron en perros y otros salieron volando. Descubrimos, sin querer, que algo no obedecía a las leyes de la naturalesa.
Y todo se nos quedó grabado como una especie de maravilla, como una de esas excepciones tan sobrecogedoras que a veces nos sorprenden y nos hacen dudar incluso de nosotros mismos.

martes, 27 de mayo de 2008

L U M A . . . S e p t i e m b r e

.


Al final nos quedamos sin primavera. Pero bueno, tener dos otoños de vez en cuando en el mismo año no está tan mal.

¡Cuánta lluvia!
Escuchad la tormenta cuando os sorprenda en mitad de la jornada. Dedicadle algo más que el oído. ¡Protagonizadla!


Si queréis, una sugerencia para la banda sonora:



martes, 29 de abril de 2008

C O C O . . . ( S O N I C )

*



Y como lo prometido es deuda, a continuación la versión original de esta canción. Podéis montar un Karaoke con las letras.
También se puede escuchar en la lista que tenéis a la derecha (COCO_SONICO). La de Septiembre es más actual, y es de LUMA.



Get your own Box.net widget and share anywhere!



S O N I C

"I hope to enjoy in this smelling and funny party.
I don't want to go out before taste your cake!
I will dance all the night with my new sweet panties
and then people will think i'm the Lion King.


Take me back to the moon.
Have to do it so soon.
Through the clouds i can't
see the sun not if you
take me back to the moon.




I dont want to think what i want i dont want to.
Waiting things: what i can’t do it with my "pullbreak" !
I can’t think that. People thinks i’m looking funny.
Crazy people are asking to make me one joke.




Take me back to the moon
Have to do it so soon
Through the clouds i cant
see the sun not if you
Take me back to the moon"

lunes, 28 de abril de 2008

R E V O L U C I Ó N * N º 1 * * * * (6ª parte)






( C O N T I N U A C I Ó N )




- Pero, ¿es que piensas que estoy comparándome con ellos?, ¿es que crees que es eso lo que me cabrea?- contesté exaltado-. No, lo que me saca de quicio, lo que me resulta frustrante sobremanera es que desde arriba nos traten como imbéciles, como niñatos histéricos o peor aún, como niñatos con ganas de hacer alguna gracia estúpida. Creo que ya hemos hablado mucho sobre esto y estamos de acuerdo, ¿no? Queremos cambiar esto, la del concurso era la última oportunidad que les dábamos, necesitábamos asegurarnos de que lo de hacer una performance a favor de una educación más libre les iba a hacer troncharse de risa y ¿qué ha sucedido? Dime, ¿qué piensas que han hecho si no?

- Está claro que no lo entienden -dijo N-. Honestamente, nunca tuve ninguna esperanza en que lo aceptaran. Supongo que la imagen de un grupo de jóvenes quemando libros en la puerta de la facultad mientras recitamos, gritando a pleno pulmón, versos de Raoul Vaneigem o Guy Debord no es muy atractiva y halagüeña para nuestro amigo decano y su elenco de cara al tribunal puntúa-poesía.
- ¿Pero qué se supone que tenemos que hacer nosotros?- respondí, más calmado-. ¿Permanecer callados, hacernos viejos y olvidarnos de todo?
- No es eso, claro que no, pero…

En este momento T se demoró unos segundos que a mí se me hicieron eternos. Lo que al principio parecía un esfuerzo por encontrar las palabras precisas acabó por convertirse en un silencio vago y sofocante que, por instantes, estaba haciendo que la tensión se difuminara, que el ambiente se contagiara de una sensación parecida al tedio y al agotamiento.

- ¿Pero qué?- insistí con vehemencia-.
- Pues que no lo toman en serio porque les parece una provocación, una mera y vacía provocación- alzó la voz. Debió de sentirse amenazado-.
- ¿Vacío? No sé qué pensar – contesté como cavilando en voz alta-. Desde luego, no pueden ver mucho más que una provocación si nos desprecian con su actitud indiferente, si no nos hacen caso.

El local estaba quedándose medio vacío. El ruido de las máquinas de café se detuvo súbitamente y la escena adquirió entonces una naturaleza especial, como si de repente nos diéramos cuenta de que las palabras tendrían ahora más peso que hasta entonces, como si todo el mundo advirtiera el protagonismo crucial que tenía mi voz en aquellas circunstancias.

- ¿Quieren algo más? –interrumpió el camarero.
- No, gracias. –Se apresuró alguien a contestar. Contestó por todos nosotros-.
- Escuchad - dije vocalizando más de lo normal-.Si hay algo que me ha motivado desde el principio a seguir con esto es que me siento más libre y más estimulado a pensar libremente. Alguna vez me he sorprendido porque he notado que hemos estado en consonancia los unos con los otros en nuestro modo de pensar. Pero a decir verdad, lo mejor de todo es que no lo hemos logrado por medio de un proceso intelectual sino más bien, ha sido un proceso instintivo. Creo que nos hemos entendido muy bien. Hemos sentido las cosas con cierta armonía y eso nos ha hecho sentirnos más libres, al menos yo me siento más libre. A todos nos gustaría que las cosas cambiaran, y nos hemos sentido con fuerza para vislumbrar el cambio primero, y para actuar después. Hemos llegado muy lejos en nuestra perseverancia y ahora nos damos cuenta de que los de la universidad no nos han escuchado nunca –busqué los ojos de T y los encontré atentos, expectantes-. ¡Claro que quemar libros el día que vengan los del jurado va a ser provocativo! Pero provocar significa evocar algo. Significa encender algo, encender un pensamiento original que nunca ha existido antes. Tenemos algo a favor y es que serán los estudiantes los que mejor se identifiquen con nosotros, los que mejor entiendan nuestro lenguaje. Muchos de ellos tienen ideas parecidas a las nuestras, ¡es lógico pensarlo! Pero quizá no han tenido la suerte de darles forma todavía. Pensad en el bien que les podemos hacer.
- Siento mucho echarme atrás en el último momento –sentenció M-. No puedo arriesgarme a que me expulsen de la carrera a estas alturas-M habló de forma impersonal, como si no fuera su boca la que estuviera emitiendo esa palabras-.

lunes, 14 de abril de 2008

C O C O

*






"I hope to enjoy in this smelling and funny party
i don't want to go out before taste your cake!
i will dance all the night with my new sweet panties
and then people will think i'm the Lion King"


Coco fue un grupo de los noventa. Era requisito indispensable llamarse Manuel para pertenecer a la banda. Un día tocando en el cuarto de la fotografía, el techo empezó a ceder y cayó tierra y polvo. También algunos cuerpos de pájaros que habían muerto meses antes, felices, disfrutando de música y de juventud. Muy pronto se colgará en este espacio la canción a la que hace referencia la letra que da comienzo a este post. Hoy en día se sabe que todavía conservan el nombre Manuel los componentes de este grupo.

martes, 1 de abril de 2008

H I P O T E C A _ E T E R N A

*








Intervención sobre fachada con restos orgánicos de animal del Planeta Tierra.












miércoles, 27 de febrero de 2008

R E V O L U C I Ó N * N º 1 * * * * (5ª parte)






( C O N T I N U A C I Ó N )






- Mirad, nosotros hemos tratado de negociar civilizadamente, de explicar nuestras ideas en varias ocasiones, pero ni siquiera se dignan a escucharnos.- levanté la vista hacia aquellos que quedaban más atrás, como buscando su asentimiento, y proseguí.- Ésta es una facultad de letras, todos los que estamos aquí hemos sido muy razonables en las formas y resulta obvio que así lo hemos demostrado, pero yo ya estoy cansado. Estoy harto de tanta charla y de tanto esfuerzo inútil. Llevamos así meses y no hemos conseguido nada. Quiero que alguien me diga qué hemos hecho mal, en qué nos hemos equivocado. Ahora resulta que han desestimado nuestra petición para participar en el dichoso concurso ese, en la chorrada padre interuniversitaria del año, pero ¿por qué? ¿acaso alguien piensa que es menos valiosa nuestra propuesta que la de un grupo de cursis pedantes aficionados a la poesía infantil, a esa manida y anacrónica y, por encima de todo, mediocre literatura? ¿alguien ha leído algo de lo que escriben esos muchachos? Sinceramente, me parece un insulto.

- Vamos, no te pongas así, da la impresión de que te mueres de envidia-rió T, y mientras pronunciaba estas palabras fijó su mirada en un azucarillo aun entero que llamaba la atención sobre la mesa-. Los chicos no escriben tan mal, están empezando y también merecen una oportunidad.

viernes, 15 de febrero de 2008

El ángel de la habitación encharcada



p r o p u e s t a d e c u e n t i t o







Esta vez dejo a los atrevidos que inventen una historia a partir de esta imagen...

miércoles, 13 de febrero de 2008

R E V O L U C I Ó N * N º 1 * * * * (4ª parte)





( C O N T I N U A C I Ó N )




Para nosotros, la mayor parte del profesorado, de las clases, de las materias que nos impartían, de las actividades proyectadas durante el curso, en una palabra, de todo, era aburrido e insulso, no nos decía nada y no era interesante en absoluto. Sé que puede sonar muy radical, pero así lo concebíamos. No teníamos salida. La única opción era abandonar nuestros estudios, dedicarnos a cualquier otra cosa. Pero teníamos muy claro que no era esto lo que deseábamos. Queríamos seguir adelante, queríamos aprovecharnos de los medios y de las infraestructuras de nuestra facultad. Pero necesitábamos cambiar las cosas. Queríamos ser nosotros, los que teníamos claro qué anhelábamos, los que organizaran estructuralmente una nueva universidad orientada a una nueva forma de aprender, de disfrutar del conocimiento y de la realidad actual. Invitaríamos a los autores que nos parecieran interesantes, prepararíamos seminarios relativos a temas que nunca antes hubieran sido considerados como serios o académicos. A muchos de nosotros nos entusiasmaba el cómic de carácter erótico, por ejemplo. Otros se desvivían por la música más moderna, la conocida como Big Ass Music que entonces empezaba a sonar en alguna emisora de radio y que sin embargo, ya tenía mucha repercusión en todas la nuevas generaciones. Necesitábamos ocuparnos de aquello en aquel momento. Esperar hubiera significado habernos convertido, en un futuro lejano e incierto, como tantos otros, en estudiosos de un pasado sin aliciente y sin su encanto original. La conclusión era muy sencilla: lo que habíamos pedido era que nos fueran cediendo a nosotros las responsabilidades administrativas para llevar a cabo una mutación paulatina de aquella universidad. Necesitaríamos un tiempo considerable para asumir en su totalidad todas las labores que tendríamos que desempeñar, pero lo haríamos con eficiencia, de eso estábamos seguros. Lo más importante sería lo simbólico de aquella acción. No podía quedarse en un caso aislado, en una travesura bien elaborada por unos muchachos pretenciosos que tuvieron un golpe de suerte. Aquello podría significar una verdadera revolución que echaría por los suelos todo el sistema docente de nuestro país, un sistema que apestaba a funcionario pasivo, a funcionario de eternos desayunos, a créditos de libre configuración convalidables por euros básicamente, a presupuestos tirados a la basura en forma de ordenadores portátiles inútiles para profesores que no necesitan ordenadores portátiles, a los exámenes de risa que parecen una tomadura de pelo porque no sirven para evaluar nada, a cosas inútiles. Principalmente echaría por los suelos a un sistema de cosas inútiles. Así lo considerábamos nosotros.

viernes, 8 de febrero de 2008

LA MÚSICA AMANSA A LAS FIERAS




Cuando entré en casa, la encontré completamente fuera de sus cabales. Corría endiabladamente e iba tirando los trastos con los que se encontraba a su paso al suelo, sin atender a razones, sin escucharme ni un momento. Dijo algo que no entendí bien, y a pesar de que se lo pedí por favor, que me lo repitiera, ella se detuvo un instante sólo para mirarme antes de tirárseme como una loca a los ojos. La esquivé como pude. "Pero qué salvaje eres, Blondie" - le dije-. Ella se cabreó todavía más y fue a esconderse entre las plantas del salón, arrojando de nuevo otro jarrón más a su paso. Llamaron a la puerta. Abrí. Era Agnóstico Apático. Apenas tuve tiempo para advertirle del peligro, cuando él desenfundó su guitarra y se dispuso a tocar una canción que parecía que llevaba aprendida desde que nació. Sólo entonces Blondie se sosegó y todo pareció volver a la normalidad.

"La música amansa a las fieras" -dijo él-.
"Miau, miau" -contestó ella-.

jueves, 7 de febrero de 2008

R E V O L U C I Ó N * N º 1 * * * * (3ª parte)




( C O N T I N U A C I Ó N )





-¿Qué sucede? –pregunté- ¿pasa algo?

- Nada, estábamos esperándote –respondió T muy secamente, como diciendo mucho más con la entonación que con las palabras-.

Al día siguiente tendría lugar un acto en la facultad que consistía en la presentación de los alumnos seleccionados para el certamen. Un jurado itinerante tenía la misión de recorrer las distintas universidades participantes para entrevistarse con los poetas y escuchar los textos recitados por los mismos autores. Por supuesto, nosotros fuimos desestimados por considerarse nuestra propuesta fuera de lugar. “Infantil y extravagante” fueron las palabras del profesor encargado de realizar la selección. Lo peor de todo es que ni siquiera atendieron a razones. No quisieron prestarnos la atención que creíamos merecer. No pudimos defender nada. Nada. Y además se mofaron de nosotros, los muy cretinos. Pero nuestro deseo, repito, no era ganar un premio. Así que habíamos decidido llegar hasta el final.

lunes, 4 de febrero de 2008

R E V O L U C I Ó N * N º 1 * * * * (2ª parte)

( C O N T I N U A C I Ó N )



Y precisamente era esto en lo que estábamos de acuerdo. A todos nos había ocurrido en mayor o menor medida, lo habíamos experimentado y después habíamos encontrado un lugar común, por una cuestión de azar, en la literatura y en el arte. Éramos conscientes de esto y queríamos hacer algo al respecto.
Ya habíamos oído hablar de un certamen de poesía que se organizaba desde el ministerio de educación y que instaba a jóvenes de toda la geografía española a participar en representación de sus respectivas universidades. Lo que nos pareció sorprendente es que fueran las propias universidades, las que tuvieran la potestad de elegir a sus respectivos candidatos.
Desde luego, no fue el certamen lo que nos motivó a emprender aquello que tanto deseábamos, pero sí que es cierto que el día que alguien lo propuso, nos pareció una buena idea, no tanto por el premio ni por participar en un concurso de esta naturaleza, sino porque nos parecía una forma oportuna de poner a prueba la que entonces era nuestra escuela, de someterla a una prueba necesaria que quizá nos pudiera convencer a nosotros mismos de que estábamos equivocados o, por el contrario, nos reafirmara en nuestro convencimiento de que las instituciones educativas estaban anquilosadas en otra época y no aceptarían algo que pudiera ser considerado como anómalo y extraño. Nos planteábamos si nos tomarían en serio, si no se reirían en nuestras narices y nos tacharían de chalados, si se escandalizarían desde el primer momento o si por el contrario, serían capaces de tratarnos con cierto respeto. Era difícil saberlo.
Cuando llegué a la cafetería “Quijote” noté que me encontraba un poco nervioso. Llegaba tarde y tenía entonces el pelo largo y mojado. Acababa de ducharme, era invierno y la humedad inundaba las calles de la ciudad como un torrente brumoso que hacía que las luces de las farolas en la noche se difuminaran creando un efecto misterioso, como mágico. Creo que de camino hacia allá me imaginé por unos instantes que era como si estuviera viviendo un recuerdo ya pasado. Supongo que la influencia del cine y sus efectos especiales me afectaban más de lo que podía imaginarme. Entré y me deshice de la trenca antes de saludar. El sistema de calefacción debía de ser de muy buena calidad y los señores de la “Quijote” debían estar muy orgullosos de ello. Cuando tomé asiento y pude por fin aclimatarme a aquella atmósfera nueva, advertí que mis compañeros permanecieron en silencio durante demasiado tiempo y supe que ocurría algo.

sábado, 2 de febrero de 2008

R E V O L U C I Ó N * N º 1 * * * * (1ª parte)

Al principio de conocernos, no supimos ponernos de acuerdo. Nos afanábamos en contrastar opiniones, en aportar nuevas ideas y sugerencias que dotaran de cierta renovada frescura a aquel proyecto nuestro tan raro y hermoso, pero aquello, aquel grupo de jóvenes frenéticos y agitados, más bien, parecía un circo. Durante los últimos meses habíamos visto censuradas absolutamente todas las propuestas de hacer de la facultad un sitio más propicio, más adecuado para nuestro propósito. Y lo seguíamos intentando pero de nuevo, una y otra vez, nos dábamos de bruces con otra negativa más. Era intolerable, todos estábamos bastante irritados y empezábamos a perder la calma. Antes de pensar en el certamen, algunos sugirieron escribir una nueva carta, otro ridículo manifiesto que nos sirviera para llegar a un consenso de forma más o menos amigable y cordial. Pero sí, todos lo pensamos y todos lo callamos porque todos lo habíamos entendido ya: era ridículo.
A mí me encanta la poesía. En realidad no entiendo muy bien porqué; siempre he tenido profesores pésimos de literatura que me hacían aborrecer a Juan Ramón Jiménez, a Garcilaso de La Vega, a Quevedo… Me ha costado mucho tiempo saber apreciarla primero, y no poder evitar obsesionarme con ella después. Quizá haya tenido suerte, no lo sé.
Creo en la poesía, y creo que el efecto estimulante, revelador y genuino que ésta puede ejercer en nuestro ánimo. Lo sé, lo entiendo. Pero hay en todo esto, en la manera de llegar a sentir la literatura y su mensaje, un punto más que significativo que a menudo pasa desapercibido: el lenguaje. En la escuela no podemos comprender nada de lo que nos dicen porque nos hablan en un castellano que dista mucho de ser accesible a la gran mayoría. Se utilizan recursos desfasados y resulta patético escuchar a un maestro hablando primero sobre las reglas de la gramática, y leyendo a cualquier autor después, como si manejara dos registros absolutamente incoherentes entre sí, y aunque no se repare en ello, es cierto que semejante disparidad la percibimos como algo exageradamente grotesco. En consecuencia, nosotros, los estudiantes, los ingenuos, nos quedamos irremediablemente con lo más superfluo, con una visión contrariada de algo aparentemente vacío, insustancial y anodino que se sostiene a lo largo de los años y de los siglos debido a su carácter ornamental y vistoso, debido al peso de la historia y a las circunstancias que se han dado para hacer de esas obras, obras perennes e insustituibles, obras forjadas por medio de referencias a otras obras todavía más impermeables, si cabe, obras imposibles, en definitiva.